Sobrevivo

He sobrevivido al desencanto.
He sobrevivido al desamor.
He sobrevivido al amor, cotidiano, amable, cansado y viejo.

Sobrevivo todo el rato a tu mirada y a tu sonrisa.
Sobrevivo a mis silencios y a la carrera violenta de mis palabras.
Voy tejiendo mi estrategia de sobreviviente, colocando artesanalmente
paracaídas a mis versos.
Y para que de esta manera el descender lento de mis dichos,
hiera tu silencio.

Decidiendo no morir,
Cabalgaré la confusión.

Ponele

Ponele que no quiera que duermas conmigo,
despatarrada en mi cama.
Ponele que no quiera que me robes las sábanas
y batallemos entre sueños.
Ponele que no quiero que acaricies mis pies con los tuyos,
cuando amanecemos.
Ponele que no quiero ni baños ni desayunos compartidos.
Ponele que solo quiero que a los besos
te trepes por mi piel.
Que me apentagrames el alma con tus gemidos.
Secarme y morirme entre tus piernas.
Ponele que del beso al amor
el tramo es corto.
Ponele que me querés.
Ponele.

La baba de mis días.

Estoy cansada de la baba de mis días, de lo predecible que son mis horas.

Soy fácilmente combatible.
Soy, sin defensas, mi propia miseria, vomitando fantasmas, soledades con lagañas, sonrisas sucias.

Quiero que escupas mi cara, para secarme después con asco, para mirarte con asco.
Quiero desabotonar tus pensamientos, meter mi mano en tú lógica y silenciarla.

Quiero una máscara.
Quiero tú máscara.

Borrachera

Seré equilibrista
de la línea que confunde
halagarte
y faltarte el respeto.
Sabiendo...
que si me caigo
no estarás para mí.