Callate.
Y ni si te ocurra hablar de amor.
Tanta palabra
que levanta muros.
Paredes de sonidos
de lo que nos decimos.
Efímero. Todo se desvanece,
si no te miro.
En tu mirada confío
y no te veo.
Miento.
No confío ni en mí.
Miento.
Que alguien me diga que es confiar.
Lucho todo el tiempo
contra tus vómitos hablados.
Odio tus contradicciones tanto que las amo.
Si no están las exijo
y si están, no puedo con ellas.
CALLATE.
No me confundas amor con besos.
CALLATE.
No me confundas amor con poder.
Idiota vos.
Idiota yo.
¿cómo es que nos atrevimos a hablar de amor?
domingo, 6 de junio de 2010
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Los escritos que salen desde lo más profundo de cualquier sentimiento, me parecen fantásticos, solo por la intensidad que se transmite.
ResponderEliminarY este es un ejemplo. Me encantó, J.
Felicítote =)
Tu felicítote me acaba de sacar una sonrisa enorme.
ResponderEliminarY así salió como arrancado, violentado hacia afuera, cuando es inevitable y no puede permanecer.
Gracias por tan bonito comentario,S.
Abrazo
Uf, tan perfecto. Fuerte y sincero. Cuán fácil a veces confundir amor con tantas cosas.
ResponderEliminarGracias por pasarte,
Besos
Na, gracias por el comentario.
ResponderEliminarA veces pienso que se confunde cuando no se conoce, hay tanta máscara, tanto sabor parecido o compartido que todo parece lo mismo.
Y tb creo que hay ¡una gran necesidad de decirlo todo, ponerle nombre, nombrarlo rápidamente y en el apuro no sé hasta donde se es certera (tampoco sé si quiero certezas y discursos lógicamente correctos, en fin...)
supongo yo que es cuestión de pactar códigos de comunicación para no mal entender algunos discursos.
Besos
chee
ResponderEliminarque cosa buena. y teshible. me sentí adentro de la situación por un momento..
ay ay ay .. yo también felicítote.
Epa, habrá que enojarse más seguido jajajaja
ResponderEliminarGracias Sol por el comentario, sinceramente me sacan sonrisas buenísimas.
abrazo