"Por gusto y necesidad es que te revoloteo, doy mi propia fé a mis palabras, no soy inocente se cosas que te ponen feliz y es adrede que te las doy. yo te quiero florecida" E
Ya no te extraño
desde el sexo;
ya no es desesperante,
no es impaciente.
Te extraño
lenta y mansamente.
Te extraño
en el humo de tu cigarrillo,
silencioso y disperso.
Te extraño
pesadamente en mi costado.
Te extraño
desde el amor.
martes, 14 de septiembre de 2010
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Ay, debería putearte por estas palabras.
ResponderEliminarMucho.
Otra vez un sopapo.
Vos venís sopapeandome desde hace un tiempo.
Todo mal.
No te lo perdono, sabelo.
(lindas palabras, pero fuertes... y tristes, demasiado)
Epa!! lo de los sopapos no lo sabía!!
ResponderEliminarLas palabras hacen eso, nos sopapean de vez en cuando.
Y lo mágico de leernos y leerse es que mi escrito no fue escrito desde una gran tristeza, es un extrañar que se sacia a los pocos días cuando vuelve a estar conmigo y desafiamos a las distancias kilométricas.
Gracia por comentar y espero no sopapearte tanto la próxima jaja!
Besos