Porque sé a la palabra como desacierto.
Declaro fuera de mi, el olvido.
Por las curvas de mis orejas
como cicatriz que se retuerce
quedó colgando de tus lágrimas
tu pedido.
No le confío a la tristeza
ninguna de mis penas.
Ni a la noche
entrego mi insomio.
La sonrisa se me escapó
por los hombros
y duerme en mi espalda.
Ojalá despiertes y me beses.
Ojalá me pidas, como aquel día
que te hable de elefantes rosas.
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che..
ResponderEliminaresto es
maravilloso.
y triste y duro.
pero también viceversa.
Gracias che!!!
ResponderEliminarBesos!
vos sos un lugar donde no soy visita .
ResponderEliminarme encantó.
Lo interesante de esto es que cuando terminé de escribir esto caminé unos pocos metros para meterme en mi camatetrix donde vos estabas para dormir conmigo.
ResponderEliminarohhhh... ese ultimo comentario me meto. que lindo je!
ResponderEliminarHablando del escrito: "No le confío a la tristeza
ninguna de mis penas."
me saco el sombrero. gloriosa frase. Ojala desconfiara yo tb...
me mato era... ese ultimo comentario me mato. Por si hay malentendidos jeje
ResponderEliminarabrazos juli!!!! me gusta tu blog!!!
Eli amigota querida mia!! gracias un honor que te guste! besos y mas besos!
ResponderEliminary comente donde le guste! jajaaj
abrazote!